lunes, 5 de noviembre de 2007

El alcohol

El alcohol esta considerado una droga porque altera una o más funciones del organismo y genera dependencia y tolerancia

El alcohol es una sustancia química, tóxica que ingerida en exceso provoca cambios inmediatos en la personalidad y va provocando un deterioro gradual en algunos órganos del cuerpo como el hígado, el cerebro, el páncreas y el corazón.
El alcohol está considerado una droga porque altera una o más de las funciones del organismo. Su toxicidad varía de acuerdo a su origen. El más común es el alcohol etílico que se obtiene prácticamente con cualquier fermentación de frutas, aunque también se consumen los alcoholes producidos por granos, tallos y hojas.

La cantidad de alcohol que contienen las bebidas es variable. Sin embargo, el problema no es tanto por la bebida alcohólica que se consuma, sino por la cantidad de alcohol que está concentrada en la sangre del bebedor. Es decir, bebidas como la cerveza contienen menores concentraciones de alcohol, pero si esta es ingerida en grandes cantidades, logra niveles en la sangre igual de nocivos que otras bebidas.

De acuerdo al procedimiento para la elaboración de las bebidas alcohólicas, estas son fermentadas o destiladas. Entre las fermentadas están el pulque, la cerveza, la champaña, los licores de frutas, vinos de mesa y sidra y su grado de alcohol varía entre 10 y 20%, mientras que entre las destiladas están: ron, tequila, whisky, coñac, ginebra, vodka, aguardiente y cremas de frutas y su grado de alcohol varía entre 40 y 50% y sus efectos son más rápidos porque se absorben más rápido en el organismo.

El etanol o alcohol etílico que se produce en las bebidas alcohólicas, es un tóxico que se absorbe totalmente por el tubo digestivo, principalmente en el duodeno y cuando el estómago está vacío se absorbe gran cantidad por la mucosa gástrica. El etanol se difunde rápidamente por la sangre y se metaboliza en el hígado, al que gradualmente le va ocasionando daños irreversibles.

Como la aborción se inicia en el estómago, los efectos son más rápidos, por ello las personas sienten de inmediato un cambio que les hace comentar el típico, “ya me pegó” o “estoy happy”. Cuando la cantidad de alcohol ingerido es exagerada, se produce un espasmo del píloro que ocasiona náusea y vómito.

Una vez absorbido el alcohol se distribuye en todo el organismo y dependiendo de la concentración de agua que contenga cada tejido es el daño que ocasiona. El tejido hepático metaboliza entre el 80 y 90% del alcohol ingerido y otros como el riñón, el músculo cardiaco y los testículos, también intervienen en este proceso, por eso son los más dañados cuando se consume con exceso.

Solamente entre un 5 a 10% es eliminado sin metabolizar, por los riñones, los pulmones en el proceso respiratorio y las glándulas sudoríparas.

El alcohol es mucho más peligroso cuando:
- La persona no ha comido nada, ya que la presencia de alimentos en el estómago retarda su vaciamiento, es decir a mayor cantidad de alimentos antes de ingerir alcohol, menor será la cantidad de etanol absorbido en el intestino, por lo que es importantísimo que antes de tomar cualquier bebida alcohólica, la persona coma algo.

- Se han consumido algunos fármacos que retardan o aumentan la capacidad de absorción o que tienen un efecto de “choque” entre sus sustancias.
- El consumo de tabaco, ya que aumenta el efecto del etanol y en corto tiempo provoca estado tóxico, esta combinación a mediano plazo suele ser mortal.
- El consumo de drogas que en combinación con el alcohol pueden provocar la muerte instantánea.

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