miércoles, 7 de noviembre de 2007

Ayudar al alcohólico

Para muchas familias no es un secreto que algún familiar tenga problemas con el alcohol ya que los síntomas pueden ser notables. Pero en ciertos casos puede que un miembro de la familia sea alcohólico sin que el resto de la familia se dé cuenta. Por eso es necesario estar pendiente de ciertas señales que indican problemas con el alcoholismo:

Sentir la necesidad de beber a la hora de comer.
No poder estar en una reunión social sin beber.
Mentir sobre cuánto bebe.
No recordarse de conversaciones.
Olvidar compromisos o faltar con exceso a la escuela o el trabajo.
Tener alcohol en lugares no comunes como el auto o en el trabajo.
Reunirse con amigos o familiares que beben frecuentemente.
Cambios repentinos de personalidad.
Problemas de ansiedad.
Nausea, vómitos o escalofríos.
Ojos rojos o dilatados.
Falta de higiene y olor a alcohol.
Silencio o problemas con el habla.
Pasar mucho tiempo a solas.


Las consecuencias del abuso del alcohol son muchas y afectan a todos los aspectos de la vida. Algunos de los efectos negativos del alcoholismo son:


Salud

Daño al hígado
Pérdida de células cerebrales
Gastritis y úlceras
Presión alta
Daño al sistema nervioso
Deficiencia nutricional y falta de vitaminas
Obesidad
Problemas de la piel
Infertilidad
Inflamación del páncreas
Ataque de corazón
Cáncer
Deformaciones en los hijos
La muerte o daño cerebral por intoxicación
Lo emocional

Inestabilidad emocional; altos y bajos
Ansiedad
Irritabilidad y mal carácter
Enojo
Frustración
Dificultad en dormir
Predisposición a la violencia
Depresión
Suicidio (2 de 3 suicidios están relacionados con el consumo de alcohol)
Hogar

Falta de atención a los hijos
Problemas y pleitos en el matrimonio
Falta de interés en cuanto a hacer actividades en familia
Rencor en la familia
Hijos que huyen del hogar
Hijos que aprenden a beber
Violencia en el hogar
Separación
Divorcio
Lo Espiritual

Descuido de las cosas espirituales, como lectura bíblica, oración o asistencia a la iglesia.
Substituye a Dios con el alcohol ya que el adicto confía en el alcohol en lugar de confiar en Dios para sentirse bien o para lidiar con problemas.
La persona afectada se auto-justifica y comienza echar la culpa a Dios por las consecuencias negativas que le ha traído el alcohol.
Se vive una vida egoísta donde la prioridad no es obedecer u honrar a Dios sino el seguir bebiendo.
El auto-control es afectado y esto muchas veces conduce a otros pecados como el robar, la mentira, la violencia, la fornicación, etc.


Si usted sabe o sospecha que alguien en su familia tiene problemas con la bebida, es importante que sepa qué hacer para ayudarlo. Igual de importante es el saber qué no hacer, ya que a veces en lugar de ser de ayuda podemos empeorar la situación. Por lo cual recuerde lo siguiente:

No encubra o ignore el problema pensando que las cosas cambiarán por sí solas.
No haga excusas para justificar ante otros el comportamiento de la persona alcohólica.
No deje que la vergüenza o la pena de "qué dirán los demás" lo detenga de buscar ayuda para su ser querido.
Sepa que los regaños y los gritos no necesariamente son de ayuda ya que puede empeorar el problema para una persona que bebe por razones de una baja autoestima o ansiedad.
Si el alcohólico se encuentra en apuros económicos por el vicio, no le preste ni regale dinero ya que esto puede facilitar su adicción.
No espere que el alcohólico busque ayuda por sí mismo. Cuando la adicción esté muy avanzada la persona enviciada difícilmente va a poder salir del vicio sin la ayuda de otros.


El vicio del alcohol es algo que si se puede vencer. Hay muchas cosas que usted puede hacer para ayudar a su ser querido:

Confronte al alcohólico de una manera firme pero con amor. Dígale que lo ama pero también que ha notado que existe un problema.
Ofrézcale su tiempo para que le pueda expresar a usted por qué está bebiendo.
Ofrézcale su tiempo para que le pueda expresar a usted por qué está bebiendo.
Participa en descubrir los factores que incitan a que la persona beba.
Trate de alejar a la persona de lugares donde venden o consumen alcohol y de las amistades que beben.

El alcohol en la sociedad

En nuestro país, el alcohol es una droga de consumo tradicional, que ocasiona efectos importantes sobre la salud y numerosos problemas sociales y económicos.
España ocupa la tercera posición mundial en producción de alcohol originando esto importantes implicaciones tanto en el ámbito cultural, como en los hábitos de consumo y de diversión de la población, así como en la forma de percibir el consumo y los problemas ligados al uso y al abuso del alcohol.

Para el colectivo de jóvenes el alcohol es la droga preferida. En realidad, los adolescentes consumen alcohol con mayor frecuencia y en mayores cantidades que todas las otras drogas ilícitas combinadas. A pesar de que la mayoría de los niños de entre 10 y 14 años no han comenzado a beber aún, el inicio de la adolescencia es un periodo de especial riesgo para comenzar a experimentar con el alcohol.

Hoy en día muchos jóvenes tienen mayores oportunidades y disponen de más ingresos, pero son más vulnerables a las técnicas de marketing y ventas, cada vez más agresivas en los productos de consumo y sustancias potencialmente peligrosas como el alcohol. Al mismo tiempo, el predominio del libre mercado ha erosionado las redes de seguridad de la salud pública existentes en diversos países y debilitado las estructuras sociales para la juventud.

En las dos últimas decadas se han producido, entre los jovenes españoles, cambios importantes en los patrones de consumo de alcohol que son reflejo de las profundas transformaciones sufridas por la sociedad española en relación con el mundo de las drogas. A nivel epidemiológico la relevancia del alcohol se encuentra, no sólo en el hecho de que sea la droga más consumida por los adolescentes y jovenes, sino en la importancia que ha adquirido su consumo en el tiempo de ocio del colectivo joven, además de ser sustancia de referencia en las relaciones de los jóvenes con las drogas. De esta forma, el alcohol se ha convertido en un elemento básico de la cultura juvenil y de sus formas de ocio.
Algunos de los factores que más han contribuido a la generalización del consumo de alcohol es la existencia de todavía una gran tolerancia social y la escasa percepción del riesgo asociado a la ingesta de bebidas alcohólicas.

La asociación entre la diversión y el alcohol y otras drogas es un fenomeno generalizado en Europa.

Las principales tendencias en los patrones de consumo de alcohol entre los jovenes son la mayor experimentación con el alcohol entre los niños y el aumento en los consumos de alto riesgo como consumos excesivos en cortos periodos de tiempo y de "borracheras", especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes, y en la mezcla de alcohol con otras sustancias psicoactivas (policonsumo). Entre la gente joven hay claros vínculos entre el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales.

Los jovenes son más vulnerables a sufrir daños físicos, emocionales y sociales derivados de sus propios hábitos o de los hábitos de beber de otras personas. Hay fuertes vínculos entre consumos de alto riesgo, violencia, comportamientos sexuales de riesgo, accidentes de tráfico y otros accidentes, incapacidades permanentes y muerte. Los costes sanitarios, sociales y económicos de los problemas relacionados con el alcohol entre la gente joven imponen una carga importante sobre la sociedad.

La salud y el bienestar de mucha gente joven en la actualidad están siendo seriamente amenazados por el uso del alcohol y de otras sustancias psicoactivas.

Por todo ello, deben ser tareas urgentes para la familia, la escuela y el conjunto de la sociedad el impulsar la prevención desde edades tempranas y reducir la tolerancia hacia su uso.

Diferencia entre el abuso de alcohol y alcoholismo

El abuso de alcohol no incluye, a diferencia del alcohólismo, el deseo o la necesidad compulsiva de beber alcohol, la pérdida de control o la dependencia física. Además, el abuso de alcohol es menos probable que incluya síntomas de tolerancia.

El abuso de alcohol es definido como un patrón de consumo de bebidas alcohólicas que es acompañado por una o más de las siguientes situaciones en un periodo de 12 meses:

- No cumplir con responsabilidades mayores de trabajo, de la escuela o del hogar.

- Beber alcohol durante actividades que son físicamente peligrosas.

-Tener problemas frecuentemente relacionados con el alcohol (violencia física, arresto, etc.).

- Continuar bebiendo a pesar de tener problemas constantemente al relacionarse con otras personas que son causados o empeorados por los efectos del alcohol.

Actuar sobre el problema del alcohol en los jóvenes

Como actúar sobre el problema
Es importante no considerar de forma aislada a los jóvenes del contexto social en que se desenvuelven, sino a ambos conjuntamente, para tener siempre presente los respectivos elementos del sistema: jóvenes, familia, escuela, y barrio o municipio y actuar conjuntamente sobre todos ellos.
Así podíamos considerar diferentes actitudes o pautas de actuación frente al problema, entre los que destacarían:

Diseñar programas de educación, en los que se incida no sobre los efectos negativos del consumo alcohólico, sino sobre los efectos positivos del no consumo, este pequeño matiz, haría que las medidas tuvieran una mejor acogida general y una mayor eficacia.
Orientar las actuaciones en el nivel educativo cuestionando y delimitando los efectos positivos del alcohol, que es el conjunto de creencias más desarrollado. Se debe partir de una información realista, que sitúe en su término más justo los "efectos reforzantes" del alcohol, pero que también muestre sus límites. Además existen una serie de creencias erróneas respecto al alcohol (aumento de la potencia sexual, modo de combatir el frío, o como utilidad terapéutica), transmitidas de generación en generación que necesitan ser desmontadas.
Desarrollar programas de entrenamiento en habilidades sociales, para actuar principalmente en la preadolescencia, antes de que se instaure el consumo habitual de alcohol, para ayudar a esta población a hacer frente a la enorme presión que el grupo ejerce sobre aquellos que no beben. Para ello se debe formar a profesores del sistema educativo, educadores de calle, animadores sociales, etc.
Hay que utilizar medidas eficaces que no tienen porque ser las más costosas. Hacer más baratas las bebidas no alcohólicas, ya que actualmente es más barato consumir una bebida alcohólica que un refresco, así como potenciar bebidas exóticas con menor o nulo contenido alcohólico pero "que entren por los ojos" a los jóvenes.
Conseguir imponer líneas de trabajo que logren que la edad de inicio del consumo habitual de alcohol se retrase lo máximo posible, lo cual tendrá una incidencia importante en la prevención de los consumos problemáticos del alcohol.
Formular objetivos para evitar la desconexión de los adolescentes de los sistemas de contexto, sobre todo educativo, modificar las creencias de adolescentes y jóvenes sobre el alcohol, trabajando fundamentalmente sobre las motivaciones de consumo, o diseñar estrategias para reducir lo máximo posible el dinero que los jóvenes llevan encima los fines de semana.
Actuar sobre los espacios físicos por donde se mueve la juventud, revisando su diseño. Así podemos:

Ceder lugares donde creemos espacios lo más parecidos a los bares y ponerlos en manos de grupos o entidades no controlados por la Administración, que les dé más libertad.
Estimular programas que comporten la presencia de educadores en lugares que ellos frecuentan.
Obligar a los bares a crear espacios alejados de la barra y con un volumen de música reducido que permita la comunicación y la organización de actividades atractivas que concentren el tiempo de ocio y diversión.

Incidir en la importancia de la familia como factor regulador del consumo y como medio de información.
Por último, estimular el debate entre las diversas fuerzas políticas para la creación de diversos programas juveniles de control y prevención de las adicciones.

Cuanto y cómo consumen alcohol los jóvenes

Las pautas de consumo en el mundo adolescente y juvenil han sufrido una serie de cambios durante los últimos tiempos, y además, se han ido configurando unas características peculiares, propias de este grupo de edad, alejadas del modelo adulto y tradicional de consumo.
Así podemos destacar como características principales de este grupo de edad en su relación con la adicción alcohólica:

Búsqueda de nuevos motivos para el consumo, destacando sobre todo la afectación en la esfera psicoactiva de la personalidad. Evasión de lo cotidiano, conseguida mediante la embriaguez, bebiéndose más alcohol y de más graduación.
Concentración de los períodos de bebida durante el fin de semana o períodos festivos, con incremento de "borracheras", y lo que ello conlleva como alteraciones del orden público o accidentes de tráfico.
Progresivo descenso de la edad de inicio de consumo de bebidas alcohólicas, que según algunos estudios, se localiza sobre los 12 años, aunque es en torno a los 16 años donde se produce una modificación de las pautas de consumo.
La cerveza (entre semana) y las bebidas de alta graduación "combinados" (los fines de semana) encabezan el ránking de bebidas preferidas entre los jóvenes.
En el entorno adolescente y juvenil el consumo de alcohol se suele producir fuera de casa y en espacios donde se producen las relaciones sociales de los jóvenes. Así mientras el consumo se produce en lugares donde hay relaciones entre iguales, hay una ausencia de consumo en el contexto familiar.
Las creencias predominantes sobre el alcohol siguen destacando sus "efectos positivos" como hemos visto anteriormente, dejando los aspectos negativos "para los demás"("eso no me pasará a mí").

Al analizar los efectos producidos por el consumo de alcohol es probable que el joven elija la estimulación agradable, cierta e instantánea proporcionada por el mismo. De este modo se construyen pensamientos propios ("no todos los que beben alcohol tendrán una dependencia física o psicológica" "no todos tienen accidentes de coche", "el alcohol afecta a los otros, que no controlan, pero no a mí"...) que contribuyen a reforzar los efectos o ideas positivas.

El consumo de alcohol en los jóvenes

¿Por qué consumen?
La creencia más compartida entre los diferentes grupos de adolescentes y jóvenes, tiene que ver con la asociación, según su opinión, entre el consumo de alcohol y las "consecuencias positivas" que este proporciona. Entre estas destacan, según ellos indican, una potenciación de la actividad psico-física ( alegría, euforia, superación de la timidez y retraimiento, mejoría del estado de ánimo, etc.), posibilidad de diversión e integración dentro del grupo de amigos donde la mayoría consumen.

En la medida que el alcohol proporciona a los jóvenes una serie de efectos o consecuencias positivas, y el joven los interpreta como un beneficio, dichos efectos se convierten en motivos de consumo. La juventud, como regla general, no asocia el consumo de alcohol con los problemas que de él pueden derivarse, ellos esperan del alcohol cambios positivos globales (facilitador de expresividad emocional, desinhibidor y potenciador de las relaciones sociales, etc.), y a la vez no creen que dicha sustancia tenga consecuencias negativas, influyendo considerablemente en un mayor consumo durante el fin de semana, donde las relaciones interpersonales se intensifican. Por eso anticipar los "efectos positivos" y no las verdaderas consecuencias negativas, conlleva a que se produzca un mayor consumo social.

Esta consideración positiva hacia el alcohol, hace que se considere al mismo como una droga socialmente aceptada y de amplia difusión, lo que hace que los adolescentes, en un amplio porcentaje, no valoren el alcohol como una droga y no consideren su consumo como puerta de entrada hacia la adicción a otras drogas, sin embargo hay varios estudios que demuestran todo lo contrario y según los cuales es muy poco frecuente el uso de cocaína o heroína, sin haber consumido anteriormente tabaco, alcohol o cannabis.

En resumen, los motivos principales que el mundo adolescente o juvenil usa para explicar el consumo de bebidas alcohólicas son:

Es un modo de "ponerse alegre", "alcanzar el punto".
Forma de búsqueda de afiliación, con imitación de conductas, con consumo que a veces se impone desde el propio grupo de amigos en el que se participa.
Presión social, a veces producida desde la publicidad.
Desinhibición, superación de la vergüenza.
El consumo actuaría como un modelo de imitación y expresividad de la edad adulta.

Alcohol y jóvenes

En la actualidad asistimos a una creciente demanda de información sobre los patrones de consumo de alcohol en nuestra sociedad, por la problemática social y personal que plantea. Dentro de estos patrones adquieren una mayor importancia los asociados a las pautas de consumo de la adolescencia y juventud, que va aumentando, tanto en número de bebidas adquiridas, como en el de su graduación alcohólica.

La accesibilidad de los jóvenes a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor, a pesar de las prohibiciones impuestas de su venta a menores. La edad media de inicio en el consumo de alcohol entre los escolares, según los datos de la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 1998 (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas), es de 13.6 años, y la edad media de inicio de consumo semanal se sitúa en los 14.9 años, según esta fuente las chicas registran mayor prevalencia de consumo de alcohol, aunque en cantidades menores. El 84.2% de los escolares ha consumido alcohol en alguna ocasión y el 43.9% consume al menos una vez a la semana. En cuanto a los episodios de embriaguez el 41% de los escolares se han emborrachado en alguna ocasión y el 23.6% en el último mes.

Un 80% de las muertes registradas entre adolescentes se deben a causas violentas y dentro de ellas las relacionadas con drogas o alcohol representan el 50%, existiendo un mayor porcentaje de suicidios en los adictos a estas sustancias. Además, se consideran los factores familiares de gran importancia en el inicio y curso clínico de la adicción al alcohol y otras drogas, ya que hasta un tercio de los niños tienen su primera oferta de consumo de bebida alcohólica dentro del ambiente familiar, por lo que la implicación de la familia tiene gran importancia en todo programa terapéutico.

¿Qué es el síndrome fetal del alcohol?

Es un grupo de defectos encontrados en el nacimiento. Los defectos son físicos y mentales, resultado del consumo de alcohol durante el embarazo. Como lo nombramos anteriormente, estos defectos incluyen retraso mental, deficiencias en el crecimiento, malfuncionamiento del sistema nervioso, anomalías en el cráneo y desajustes en el comportamiento.

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año 12.000 bebés en el mundo nacen con el síndrome fetal del alcohol. Algunos síntomas no pueden ser obvios hasta que el niño cumple una edad entre tres y cuatro años.

En palabras coloquiales, el síndrome puede ser descrito como un "guayabo permanente" para el bebé, en el que su crecimiento es tardío, la capacidad intelectual está menguada y tienen mayores probabilidades de fallecer durante su infancia.

¿Existen programas de apoyo?

Los programas de apoyo son bastante escasos, las organizaciones que se encuentran vinculadas son en mayor parte, generadoras de información ante el problema. La Organización Mundial de la Salud realiza estudios en donde se diagnostican los efectos del alcohol en los embriones durante el embarazo. De igual forma la Organización Sobre el Síndrome Fetal de Alcohol presta apoyo académico para la prevención del consumo de licor en las mujeres embarazadas.

Sin embargo no existe alguna organización mundial de alcoholismo, que preste apoyo internacional, la mayoría de entes son locales y en varios países no existen.

Un solo trago, ¿hace daño?

Muchas personas creen que el simple hecho de tomar una copa de vino en el almuerzo o en la cena, pueda perjudicar de alguna manera al embrión. Según los expertos, los organismos de cada persona son distintos y reaccionan de manera diferente ante el alcohol. Algunas mujeres pueden -y de hecho lo hacen- para combatir el stress del embarazo, para relajarse o en ocasiones especiales.

En este punto, los expertos indican que importan la historia genética de la madre y su comportamiento frente al alcohol antes de quedar encinta. Así, mujeres con antecedentes familiares de alcoholismo y una historia personal de excesos, generalmente está expuesta en mayor medida a causar daño al feto, siempre y cuando consuma alcohol.

La solución: Educación

La solución no está en dejar de consumir alcohol cuando hay un conocimiento del riesgo. Muchas veces el daño ya está provocado y no hay manera de corregirlo. Algunos ginecólogos recomiendan pequeñas dosis de alcohol en mujeres embarazadas como algo beneficioso. Ello, se sostiene actualmente, no resulta prudente, ya que algunos organismos son diferentes de otros y no responden de igual manera a estímulos como el licor.

Según la Organización Sobre el Síndrome Fetal de Alcohol, un 20 por ciento de los nacimientos con defectos congénitos son por causa del consumo de licor.

De esta forma, los factores que rodean el entorno de la mujer, pueden servir como apoyo para que esto no suceda. El apoyo familiar, la compañía, un ambiente de armonía y la colaboración de quienes se encuentren cerca de la mujer en el desarrollo de su embarazo, son un requisito fundamental para evitar el riesgo de consumir alcohol. De la misma forma, la planificación de los embarazos puede contribuir a conseguir que en las primeras semanas de gestación no exista consumo de alcohol.

Efectos del alcohol en el feto

bestseller "What to expect when your´re expecting", introduce con esa excelente cita histórica su breve capítulo sobre el efecto del alcohol en los fetos, durante la gestación.
A pesar de que hasta la Biblia establece la prohibición, el debate sobre la nocividad del alcohol, no concluyó. Incluso el libro citado, apelando a su gran sentido común, sostiene que la mayor parte de las mujeres consumieron algo de alcohol antes de saber que estaban encintas. Así, se propone que no en todas las ocasiones los efectos del trago son dañinos en el crecimiento y desarrollo normal de los fetos.

Sin embargo, resulta claro y está comprobado científicamente que beber de manera permanente y excederse en el consumo afecta el crecimiento normal de los bebés. La OMS (Organización Mundial de la Salud), realizó estudios que demuestran la influencia negativa del licor cuando es consumido por las mujeres embarazadas. El daño no se presenta en la mujer, sino en el feto que se está gestando dentro del útero. Los daños más frecuentes en el feto son:


Malformaciones: en el cuerpo, en los órganos internos y parte de los sentidos.

Síndrome de Down: retrasos mentales.

Deficiencias orgánicas: cuando nace el niño puede presentar incapacidad en el desarrollo normal, taras en el aprendizaje, defectos de carácter, pobreza mental, anímica y espiritual.

Muerte: El exceso de alcohol puede causar un aborto.

¿Cómo afecta el alcohol al feto?
Cualquier cantidad de alcohol, por mínima que sea, puede poner en riesgo el desarrollo del feto, produciendo deficiencias mentales y físicas. Según la doctora María Luisa Martínez, médica española y conocedora del tema, las bebidas alcohólicas penetran al feto a través de torrente sanguíneo de la madre. Los daños se producen, porque la mamá elimina dos veces más rápido el alcohol de su sangre, que el bebé, forzándolo a realizar una tarea para la cual sus órganos no están preparados.

Incluso, sostiene Martínez, el alcohol puede crear una reducción en el coeficiente intelectual del bebé.

Efectos de la adicción del alcohol en los alcohólicos

Los efectos físicos del alcohol a largo plazo son:

• Pancreatitis o inflamación del pancreas.

• Enfermedades del corazón, entre ellas enfermedad coronaria.

• Neuropatías o daños en los nervios.

• Varices sangrantes en el esófafo, o venas dilatadas en el tubo que conecta la traquea y el estómago.

• Degeneración cerebral y neuropatía alcohólica.

• Cirrosis del hígado, una enfermedad crónica que causa la destrucción de las células y la pérdida de la función del hígado.

• Presión sanguínea alta.

• Incremento de la incidencia de muchos tipos de cáncer, entre ellos el de mama.

• Deficiencias nutricionales.

Los problemas de salud mental también son comunes cuando hay alcoholismo, con el riesgo de que un trastorno mental puede conducir o reforzar a otro diferente.

La depresión es una causa frecuente de alcoholismo, porque una persona deprimida busca la manera de salir de sus problemas o un alivio a su insomnio. Desafortunadamente, el propio alcohol tiene efectos depresores, por lo que el problema, lejos de disminuir, se complica. Otros trastornos psíquicos producto de la adicción al alcohol son:

• Síndrome de Wernicke-Korsakoff's, un desorden neuropsiquiátrico causado por la deficiencia de tiamina, como consecuencia de las carencias nutricionales en alcohólicos.

• Deterioro de la memoria.

• Déficit de atención

Por ultimo, la dependencia del alcohol produce daños significativos en otros ámbitos de la vida como el ocupacional, social e interpersonal (con, por ejemplo, disfunción sexual).

Adicción al alcohol una enfermedad tratable en un centro de desintoxicación

Con base en las múltiples investigaciones realizadas sobre la adicción, se puede concluir que ésta es una enfermedad reincidente y tratable. En la última década, los espectaculares avances de la tecnología han permitido a los científicos examinar el cerebro para investigar las causas, mecanismos y consecuencias de la adicción, y se ha llegado a una importante conclusión: la adicción al alcohol es una enfermedad que afecta el cerebro del adicto. El alcohol no sólo interfiere en el funcionamiento cerebral normal al crear fuertes sentimientos de placer, sino que además, tiene efectos a largo plazo en el metabolismo y la actividad del cerebro. En un determinado momento del consumo o del abuso de alcohol, se producen cambios cerebrales que convierten el abuso en adicción, en enfermedad reincidente. Así, los adictos al alcohol sufren un intenso y compulsivo deseo de beber (craving) y no pueden abandonar el consumo por sí mismos. Este comportamiento es extremadamente dominante y difícil de controlar como muchos signos físicos de dependencia. Así, el cerebro termina adaptándose patológicamente al alcohol y su metabolismo se altera, modificando procesos psicológicos que repercuten finalmente en la conducta del alcohólico.

Por tanto, es posible abusar del alcohol sin ser adicto a él, aunque el abuso frecuentemente conduce a la adicción. Algunas personas pueden abusar del alcohol – y si dejan de beber sufren el denominado síndrome de abstinencia- pero no son consumidores compulsivos y por tanto no son adictos. La adicción implica, como se ha anotado, un intenso e irresistible deseo de beber, un comportamiento de búsqueda compulsiva de alcohol, el desarrollodela tolerancia y la dependencia. El consumo de alcohol se vuelve obsesivo. El adicto está atrapado. El problema o la situación que desencadenó supuestamente el consumo de alcohol se ha borrado de su mente, así como se borra todo lo que antes de la adicción tenía valor. En este punto, en lo único que puede pensar es en conseguir y consumir alcohol. Por tanto, se pierde el control de este consumo y se ignoran sus gravísimas consecuencias, y sólo el tratamiento llevado a cabo por profesionales puede lograr una recuperación de esta enfermedad.

El diagnóstico de adicción al alcohol se puede hacer si se han experimentado o manifestado alguna vez durante el último año tres o más de los siguientes síntomas:

Un fuerte deseo o compulsión por beber alcohol.

Incapacidad para controlar el comienzo del consumo de alcohol, la interrupción de este consumo o los niveles de bebida.

Síntomas de abstinencia: experimentar síntomas físicos después de pasar un periodo corto de tiempo sin beber. Entre estos síntomas están ansiedad, agitación, dolor de cabeza, alteraciones auditivas, nauseas y vómitos, “nublamiento” sensorial , ataques, delirio, alteraciones táctiles, sudoración excesiva, temblores, signos vitales elevados o alteraciones visuales.

Tolerancia al alcohol: tener que beber cada vez más alcohol para conseguir los mismos efectos. Mayores dosis de alcohol son necesarias para conseguir los efectos que antes se conseguían con dosis más pequeñas (ejemplos claros de tolerancia se pueden ver en personas dependientes del alcohol que pueden tomar dosis diarias suficientes para incapacitar o matar a consumidores no tolerantes).

Abandono progresivo de intereses o diversiones alternativas a las ligadas al consumo de alcohol.

Incapacidad para limitar el consumo de alcohol a pesar de la aparición de complicaciones médicas, como daños en el hígado, por el excesivo consumo.

Estrechamiento del repertorio personal de pautas de consumo de alcohol (por ejemplo, beber sólo una marca o tipo de bebida alcohólica, o tendencia a beber alcohol de la misma manera los días laborables y los fines de semana a pesar de las limitaciones sociales que marcan cuál es la conducta apropiada para beber).

Las personas que han desarrollado dependencia del alcohol requieren generalmente ayuda externa para dejar de beber, que normalmente incluye desintoxicación y tratamiento médico.

Necesidad compulsiva de beber alcohol

muchos creen erróneamente que la adicción alcohol (alcoholismo) es simplemente un consumo demasiado alto de alcohol, y el alcohólico es adicto simplemente porque ha decidido beber demasiado. Pero científicos, médicos y psicólogos coinciden de manera contundente en diferenciar el abuso alcohol de la adicción al alcohol. Las investigaciones demuestran que la adicción, al contrario que el uso o incluso el abuso de alcohol, no es un problema de libre decisión. La adicción comienza cuando hay un abuso de las bebidas alcohólicas, es decir, cuando el consumidor “decide” conscientemente tomar alcohol de manera repetida y habitual. Esto implica introducirse, en un proceso cualitativa y cuantitativamente diferente, de consumo compulsivo de alcohol y de daño en el tejido cerebral del adicto.

Mientras que el uso y el abuso de alcohol implican un comportamiento sobre el que el individuo ejerce un cierto control, la adicción es algo diferente. Hoy se empieza a entender por qué los alcohólicos pueden sacrificar todo lo que es importante en su vida –sus trabajos, sus familias, sus casas- en la búsqueda y consumo de alcohol. Y se empieza a entender que la adicción al alcohol es un problema de salud pública que afecta a mucha gente y que tiene consecuencias en amplios sectores sociales.

La adicción al alcohol no es sólo un trastorno psicológico ni sólo orgánico, aunque pueda relacionarse también con determinados factores psicosociales. Esto significa que no puede ser tratada sólo por un tipo de especialista. Tampoco es un problema moral, y por tanto acudir a una iglesia solo puede ayudar para advertir al adicto (alcohólico) que busque ayuda, pero no solo ayuda divina Decirle a un adicto (alcohólico) que el alcoholismo está solo relacionado con el carácter, con problemas emocionales o con dificultades en su familia es erróneo e insuficiente. Hoy en día se sabe que no existe una personalidad adictiva. Por otro lado, aunque un alto porcentaje de adictos al alcohol (alcohólicos) tienen una predisposición genética a esta enfermedad, la predisposición genética puede ser superada y no es razón fundamental por la que se constituye en adicto al alcohol. En definitiva, La genética es un factor de riesgo, pero no es un destino.

Alcoholismo: consideraciones para el cambio

El paciente alcohólico debe reconocer que necesita ayuda por un problema de alcohol, aunque sabemos que no es fácil. Sin embargo, hay que tener presente que cuanto antes se obtenga ayuda, mejores y mayores son las probabilidades de que él (ella) se recupere exitosamente.

Si le incomoda el discutir sus hábitos de consumo de bebidas alcohólicos con su doctor/a o con su cónyuge, familiar o cualquier otra persona, puede que esta sensación se origine en las creencias erróneas acerca del alcoholismo y las personas alcohólicas. En nuestra sociedad, prevalece el mito de que los problemas de alcohol son de alguna manera una señal de debilidad moral. Como resultado, puede pensar que el buscar ayuda significa el admitir algún tipo de defecto vergonzoso. La realidad es, sin embargo, que el alcoholismo es una enfermedad que muestra una señal de debilidad tan fuerte como la que produce el asma o la diabetes. Por otra parte, el tomar los pasos necesarios para identificar un posible problema de bebida tiene una enorme recompensa –la oportunidad de una vida saludable y llena de satisfacción-

Algo que se debe considerar muy importante es que, cuando se decide cambiar la conducta de bebida, no consiste únicamente en dejar de beber, si no que el cambio deberá integrar otros aspectos de relevancia para el progreso en el cambio, es decir, se debe mejorar en las relaciones familiares, personales, sociales, laborales, etc., pues si por insatisfacción con estos aspectos, se intentaban resolver con el consumo de alcohol, es evidente que debemos reaprender a desenvolvernos en estos ámbitos con el fin de que no sean los que vuelvan a despertar los deseos de bebida, por lo que, debemos tomar conciencia de un cambio más global que será lo que nos permita mantener la abstinencia.

Es cierto que se necesitarán aprender una serie de habilidades y adquirir unas destrezas para poder hacer frente a esos desencadenantes que impulsaban al consumo incontrolado de alcohol, por ello es aconsejable dejarse ayudar por los profesionales de la salud y asociaciones dedicadas a este trabajo.

De lo que no podemos tener ninguna duda es que, en una persona ebria, se dificulta el juicio, la capacidad de observación, hay euforia progresiva, aparece incoordinación, náuseas y vómitos, perturbación progresiva de la conciencia, pudiéndose presentar el coma cuando menos se espera.

Me gustaría comentar unas reflexiones sobre el Tratamiento de la adicción al Alcohol de Bernardo Ruiz, (Psicólogo Clínico, Directo del Instituto Detox):

“El objetivo terapéutico del tratamiento de la dependencia del alcohol es promover un cambio de conducta en el sujeto que le permita afrontar de una forma diferente las situaciones en las que beber alcohol se ha convertido en su respuesta predominante.
Así pues, a lo que nos enfrentamos es a un problema de conducta, a un hábito que se ha convertido en la respuesta predominante del sujeto ante determinadas situaciones de su vida y de la que ha perdido buena parte de su capacidad de control voluntario.
La dependencia o adicción se caracteriza porque el paciente ha perdido, en más o menos grado, el autocontrol de la conducta de beber alcohol, y es esa capacidad de autocontrol lo que hay que restablecer para considerar que se ha mejorado el problema.
Por autocontrol entendemos la capacidad de desarrollar una conducta diferente de beber alcohol en las situaciones, tanto de tipo social como de tipo emocional, en las que la persona solía beber, y en las que ha desarrollado el problema. Y hablando de beber alcohol, autocontrol significa, en la práctica, la supresión total de la conducta problema, es decir, aprender a no beber en absoluto.
Se debe rebatir el modelo fatalista de la enfermedad incurable. El modelo conceptual predominante en el tratamiento del alcoholismo en el que lo presenta como una enfermedad “progresiva” e “incurable”, en la que las recaída son poco menos que inevitables y en las que el enfermo ha perdido para siempre su capacidad de autocontrol.
Esto no es así por eso se ha de indicar a la persona con problemas de bebida que el proceso de la adicción es como un hábito aprendido que se puede controlar.
Hemos de enseñarle que su conducta de beber alcohol se ha convertido en una conducta adictiva, en parte por el propio efecto químico del alcohol en su cerebro, pero también en muy buena medida porque ha sido una conducta reforzada muy fuertemente y con mucha consistencia durante mucho tiempo. Para ello es necesario conocer los mecanismos básicos del aprendizaje, la influencia de los desencadenantes de los deseos de beber, sobre las consecuencias y el mantenimiento, así como la forma de extinguir la conducta.
Con todo ello, se conseguirá eliminar los sentimientos de culpabilidad y aumentar la capacidad de autocontrol. El sujeto se ve a sí mismo como víctima de la adicción, no culpable de la misma. Y a partir de este convencimiento se convierte en el principal responsable de su propia recuperación”

Concluir que:

De todo esto, al enfermo alcohólico, le debe quedar algo muy claro y es que este problema que, no es otro que el del alcoholismo, tiene solución. Podrá ser un trabajo lento y pesado, pues cambiar una forma de vida mantenida durante tantos años, podrá resultar dificultoso. Ahora bien, se deberá en todos los casos, proceder a valorar y comparar las ventajas y desventajas que se obtienen con la abstinencia, así como las ventajas y desventajas que se alcanzan con el continuado consumo de alcohol.

Si somos sinceros con nosotros mismos, comprobaremos que la balanza se inclinará hacia el lado de la abstinencia, por lo que se deberá empezar a trabajar cuanto antes para poder conseguir esa estabilidad personal, familiar, social y laboral que tanto se ha deseado y, por qué no, aún se desea.

El deseo de cambio es un deseo de libertad personal.

Bien es cierto que la decisión última y el compromiso para el cambio es de la persona con problemas de bebida, quien a la vez, deberá tomar conciencia de su alcoholismo para perpetuar su abstinencia y todo lo que conlleva la misma.

Nivel personal y psicológico del alcohólico

La patología alcohólica, conlleva múltiples trastornos psicológicos en el individuo que, impiden una relación familiar, social, laboral e incluso personal, atractiva para él mismo, lo que es indicativo de cambios de percepción de las cosas y situaciones, que le producen deterioro a nivel cognitivo (pensamiento) y emocional.

Mientras se está bajo los efectos del alcohol, se vive en un mundo irreal, ilusorio, donde el razonamiento está completamente anulado, pero que, por el contrario, para el enfermo alcohol, está plenamente ajustado a la realidad, considerándose objetivo y justo en todo momento, percibiendo este error cuando los efectos de la bebida han disminuido o se han eliminado.

La persona con problemas de bebida, tiene una permanente disonancia cognitiva y/o ambivalencia, es decir, lo que piensa no se ajusta con lo que hace, por lo tanto se siente mal. Es sencillo, quien empieza a comprobar que tiene un problema real con el consumo de bebida, considera: “me gustaría no tener problemas por el alcohol pero sin dejar de beber”. “Es consciente que el alcohol le produce daños pero sigue bebiendo, por ello se siente mal tras haberlo bebido”.

Como rasgos muy generales de personas con problemas de alcohol, destacaríamos:

Mayor irritabilidad que la población general
Cambios bruscos de humos.
Ansiedad por beber.
Culpabilidad por haber bebido.
Personalidad disforia (alteración del estado de ánimo) que acaba en celopatías.
Inseguridad, desgana y despreocupación.
Reiterativo y falta de sinceridad.
Desajuste emocional y pena interna
Conflictos neurológicos
Trastornos de carácter.
Falta de maduración.
Depresión y sentimientos de desesperanza.
Soledad y vacío interior.
Egocentrismo, hipersensibilidad.
Escasa tolerancia a la frustración.
Conductas pasivas en situaciones críticas.
Miedo al fracaso
Sentimientos de inferioridad y timidez.
Idealismo excesivo, lejos de la realidad.
Conformidad con el grupo -muy importante en los jóvenes-
Inmadurez afectiva.
Inmadurez emocional.
Pasividad y dependencia.
Depresión y ansiedad.
Actitud amistosa superficial.

Es cierto que no tienen que darse todos estos rasgos en todas las personas con problemas de bebida, ya que, dependiendo de varios factores, cada individuo está más sensibilizado hacia unos más que hacia otros.

Complicaciones laborales y sociales por el alcohol

Entre los consumidores de alcohol son mas frecuentes los accidentes laborales, la disminución del rendimiento y las bajas laborales repetidas. Esto es aún más probable si se consume alcohol en el lugar de trabajo.

Las bajas laborales repetidas, son, la mayoría de las veces por enfermedades sin importancia, o en los días posteriores a los fines de semana, y hacen que las empresas tiendan a desprenderse de estas personas.

La mayor parte de los problemas imputables al alcohol están relacionados con los efectos desinhidores, la pérdida de control, la disminución del rendimiento y la excitación psicomotriz que se producen durante los estados de embriaguez.

Los continuos estados de embriaguez llevan a una capacidad de control cada vez menor, y esto a su vez lleva a peleas y destrozos de bienes, con problemas legales.

La necesidad de cubrir deudas o de sostener la conducta de ingesta, lleva a una precariedad económica que en ocasiones se trata de paliar con pequeños hurtos.

Especial relevancia tienen todos los problemas ligados a la conducción en estado de embriaguez. El consumo de alcohol incrementa el riesgo de sufrir accidentes de circulación. La causa principal es la disminución del rendimiento psicomotor junto con la sensación engañosa de facilidad y lucidez.

Deterioro familiar producido por el alcohol

Como se ha podido comprobar se ha hecho hincapié en los daños físicos que produce el consumo incontrolado de alcohol, ahora bien, no es el único deterioro que conquista, pues las consecuencias que sufre y tolera una familia en donde hay una persona enferma alcohólica, son bastante graves y conflictivas.

Los hijos, si están en edades donde se dan cuenta del problema, uno de los primeros pasos que dan es de alejarse del enfermo; bien porque pueda existir agresividad tanto física como verbal o bien por la falta de afectividad y diálogo entre la persona con problemas de bebida y sus hijos.

En la mayoría de los casos incluso suelen sentir vergüenza, sobre todo cuando se encuentran en sociedad (con sus amigos). También en muchos casos sienten miedo a los acontecimientos que puedan ocurrir en la propia casa cuando el padre llega en mal estado.

El cónyuge, tiene que convivir con el problema del alcoholismo, sufriendo en muchos casos tratarnos psicológicos importantes.

El familiar, al igual que los hijos, lo primero que suelen sentir ante el enfermo es el rechazo, creándose un estado de desamor y un ambiente conflictivo, donde cada miembro de la familia actúa por su cuenta sin tener en consideración a los demás, sobre todo el alcohólico, que sólo se preocupa de poder continuar bebiendo.

Se producen innumerables problemas, afectivos, económicos, sociales, etc.

Pero existiendo todos estos problemas que hemos comentado, los cónyuges de los enfermos alcohólicos, suelen empujarlos y apoyarlos para acudir a los servicios médicos, así como a otras asociaciones en un 80% de los casos.

La persona con problemas de bebida deben empezar a tomar conciencia de la disgregación familiar que se produce, de la impotencia familiar por querer recuperar al enfermo alcohólico y no ser capaces, de la incertidumbre diaria, del vivir en un estado ansiógeno que llega a volverse patológico. Todo ello, con el único propósito de sobrevivir a un problema que con voluntad se puede corregir.

La continuidad de la adicción por el alcohol

Un adicto no se convierte en ello de la noche a la mañana. Existe una progresión en la que primero se realizan conductas y experiencias y posteriormente pueden convertirse en adicciones.

En la mayoría de las adicciones, el uso repetido crea una “tolerancia” por la cual se necesita más y más sustancia o actividad para sentir la satisfacción que la adicción facilita. Eventualmente, el adicto tiene que utilizar la cosa (o realizar la actividad) sólo para sentirse normal. Esto es lo que realmente significa “dependencia”.

Por tanto, existe una continuidad en la adicción que va desde la pre-adición a las etapas avanzadas de dependencia. La progresión desde el uso a la adicción se puede medir de dos formas:

1. El efecto que los comportamientos adictivos tienen sobre el práctico y sano funcionamiento personal.

2. La intensidad de la ansiedad producida por la sustancia, actividad, relación o cosa.

Tomadas en conjunto, estas dos medidas pueden ayudar a las personas que realizan conductas adictivas a medir su progresión respecto a la adicción.

Recuperarse de la adicción

Sea física o psicológica, sabemos que se puede vencer una adicción. Millones de personas han sido ayudadas en su recuperación y muchos millones permanecen en recuperación toda la su vida.

Pero, en cualquier caso, sobre esto volveremos en páginas siguientes con el fin de poder dejar clara constancia del “cómo, por qué y para qué de la recuperación.

Como se convierte una persona en alcohólica

¿Cómo se convierte la gente en adicta?

Algunas personas ven la adicción como una enfermedad en la cual el adicto está desesperado y tiene poco poder sobre la causa de su adicción. Otros ven estos comportamientos adictivos como una elección, es decir, porque ellos son quienes lo han elegido.

Son muchas las creencias que existen sobre el origen de las adicciones, pero no cabe duda que las principales causas que pueden explicar estas conductas (alcoholismo, drogodependencias, ludopatía, etc.) son defendidas desde un punto de vista Bio-psico-social, es decir, influye la propia biología del individuo, su personalidad y su entorno social y cultural.

Entendiendo la adicción alcohólica y su dependencia

Definir exactamente lo que se entiende por adicción no es simple. Mucha gente asocia a menudo la adicción únicamente con el alcohol o con el abuso de las drogas, pero está claro que los comportamientos adictivos van más allá. De hecho la clave de la “adicción” es una necesidad o dependencia obsesiva y compulsiva hacia una sustancia, un objeto, una relación, una actividad o una cosa. De acuerdo con esto, es realista y apropiado decir que cualquiera puede ser adicto a casi cualquier cosa.

Hay seis indicadores claros de una adicción:

1. Un objeto de deseo. Siempre hay un objeto que se desea, pudiendo ser, sustancia, cosa, actividad, o relación que conduce a la adicción, sea alcohol, comida, juego, drogas, o cualquier otra cosa que provoque ideas obsesivas y derive en conductas compulsivas.

2. Preocupación. Exista una necesidad de la cosa que provoca la adicción.

3. Comportamientos guiados. Es decir, se tiene que actuar para reducir la ansiedad y satisfacer la obsesión que provoca el comportamiento adictivo.

4. Falta de control. La adicción siempre implica una pérdida de control sobre los pensamientos, sentimientos, ideas o comportamientos cuando aparece la cosa desea. Cuando un adicto intenta detener o cortar sus comportamientos adictivos, falla y esta es la clave y la característica central de la adicción y la dependencia.

5. Dependencia. Hay dependencia respecto a lo que se anhela, física o psicológicamente, y sólo esa cosa puede satisfacer el deseo del adicto (al menos temporalmente)

6. Consecuencias negativas. La adicción siempre va acompañada de consecuencias negativas.

Comprendiendo la adicción del alcohol

Creo que para poder entender con mayor objetividad y claridad el problema del Alcoholismo o consumo de cualquier otro Tóxico, debemos previamente comprender por qué se llega a depender de estas sustancias. Es por ello, por lo que he considerado dedicar unas líneas a la definición y desarrollo de la Adicción, facilitándonos, posiblemente, la comprensión de la enfermedad y apartando las ideas de vicio, inmoralidad, perversión, etc., que etiqueta a la mayor parte de las personas con problemas de bebida y/o drogas.

Es importante por ello señalar, que una adicción es una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación que arrastra a la persona adicta lejos de todo lo demás que le rodea.

Las Adicciones son “dependencias” con graves consecuencias en la vida real que deterioran, afectan negativamente, y destruyen relaciones, salud (física y mental), y la capacidad de funcionar de manera positiva, práctica y firme.

En consecuencia, un adicto es una persona “dependiente” de aquella cosa que domina sus pensamientos y deseos y dirige su comportamiento o conducta, y la pretensión de esa cosa se convierte en la actividad más importante de su vida.

En estados muy avanzados de adicción, para la persona que lo sufre no hay nada tan importante que la propia adicción.

Si todos estos conceptos generales los detallamos y concretamos un poco más con el alcohol, queda más claro el concepto de Adicción hacia el Alcohol y su dependencia.

La ruta que sigue el alcohol

Veamos la ruta que sigue el alcohol y los efectos que produce:

El Sistema Digestivo superior.

Pasa a través de la boca al esófago, garganta y estómago, produciendo un efecto abrasivo sobre las capas protectoras. El esófago puede inflamarse y producir esofagitis.

Las paredes del estómago también pueden irritarse; los músculos del estómago pueden volverse más fláccidos, producirse más ácidos, resultando el contenido más irritante, dañando las mucosas y paredes protectoras del estómago y produciendo gastritis o inflamación de las paredes del estómago. Síntomas: acidez, indigestión, vómitos y náuseas constantes.

Si los daños sobre los tejidos continúan se produce la úlcera péptica, dejando las zonas musculares expuestas a dolores o a perforaciones, manifestándose a través de dolores de estómago y sangre en las heces o vómitos.

Para todos estos tipos de enfermedades del tracto superior digestivo, es necesario parar de beber para detener la irritación y disminuir la producción de ácidos. Para la úlcera péptica a veces es necesario recurrir a las intervenciones quirúrgicas para extraer los tejidos dañados.

A más largo plazo, un problema menos predecible y más difícil de controlar que puede ocurrir son los cánceres del tracto superior digestivo. La incidencia de los cánceres de boca, garganta y estómago es mayor en las personas con problemas de bebida.

Tracto digestivo inferior

El alcohol pasa del estómago al intestino delgado, casi sin sufrir transformación alguna, pues el alcohol necesita poca digestión. El alcohol en el intestino disminuye la capacidad para absorber vitaminas importantes. Esta dificultad de absorción de principios alimenticios fundamentales hace posible que se produzcan otras complicaciones físicas debido al alcohol.

El Páncreas. Produce enzimas que transforman las grasas, proteínas y carbohidratos, siendo una parte importante del sistema digestivo. El uso del alcohol altera su funcionamiento, pudiendo provocar Pancreatitis, Diabetes, Peritonitis, etc.

La mortandad por causa de enfermedades relacionadas con el páncreas es alta (30% de las personas que padecen pancreatitis mueren)

Desde el intestino delgado, el alcohol circula por todos los órganos del cuerpo, y se distribuye por todos los tejidos corporales por medio del flujo sanguíneo.

Sistema Nervioso y Cerebro

Los daños que produce el alcohol sobre los tejidos nerviosos se deben a la acción combinada del alcohol como sustancia tóxica, y a la falta de vitaminas, concretamente la B1 o tiamina. Los problemas más comunes del sistema nervioso son:

Neuropatía periférica: las fibras nerviosas de las piernas y brazos están dañadas. Sensación de debilidad muscular, dolor o calambres después de beber. La neuropatía es reversible y la recuperación se produce cuando se deja de beber, se toman vitaminas y se sigue una dieta adecuada.

La Enfermedad de Wernicke: enfermedad reversible que afecta a las células del cerebro relacionadas con el pensamiento, sentimientos y la memoria. Cuando se padece produce excitabilidad, desorientación, pérdida de memoria y problemas visuales. De nuevo, la abstinencia, las vitaminas y una dieta correcta podrán corregir este problema.

Síndrome de Korsakoff: se procede como progresión de la enfermedad de Wernicke y es irreversible. Al producirse, la persona parece estar mentalmente alerta, pero si se observa con más atención, se notará que existen problemas intelectuales. No puede aprender cosas nuevas ni memorizar nada que se le diga. El pensamiento es rígido, no puede cambiar de tema de conversación o sus pensamientos. Sustituye los hechos olvidados por otros que no son tal (confabulación).

Degeneración Cerebelar. El cerebelo es la parte del cerebro que coordina los movimientos y el controla equilibrio. Cuando se ve afectada, la persona puede sentir dificultades para andar. La recuperación no siempre es completa.

Corazón

El alcohol que circula alrededor de los vasos sanguíneos los daña. El resultado final se conoce como Cardiomiopatía Alcohólica El corazón aumenta de tamaño y presenta un tono muscular fláccido. Por ello, tiene que hacer más esfuerzo para poder funcionar bien. El pulso y la presión sanguínea aumentan. Ocasionalmente, la bomba cardiaca se deteriora y “explota”, a causa del exceso de trabajo, produciendo un Fallo congestivo cardiaco. Se producen también, graves dificultades respiratorias, arritmias cardiacas, y edemas (bultos en los pies, piernas, etc., por retención de líquidos) que pueden limitar y poner en peligro la propia vida.

Hígado

Una vez que el alcohol circula por los fluidos del cuerpo, pasa por el hígado donde es transformado. A veces este órgano se ve influido por el efecto tóxico del alcohol. Podremos encontrar:

Hígado graso: aumento de la grasa en el hígado, porque se queman un menor número de grasas cuando el alcohol, que es un carbohidrato, está más fácilmente disponible que otros compuestos. Los síntomas son: se nota la presencia del hígado bajo el tórax, los análisis del hígado pueden ser anormales y no hay dolor. La recuperación se completa dejando de beber.

Si no se deja de beber, las células del hígado pueden inflamarse, produciéndose La Hepatitis. Los síntomas son: disminución del apetito, náuseas y vómitos, dolor abdominal, ictericia (tono amarillento de la piel y de la parte blanca de los ojos).

Tratamiento largo y abstinencia completa de alcohol, reposo, dieta y vitaminas. Si continúa bebiendo aumentará el número de células muertas y a veces se producen cicatrices en el hígado que forman la Cirrosis. La cirrosis o cicatrización de los tejidos del hígado y disminución de su capacidad de funcionamientos es irreversible.

La cirrosis puede llevar a muchas complicaciones que son causa de muerte. Algunas de éstas son: Varices esofágicas (venas varicosas en la garganta). Ascitis: acumulación de líquidos en la cavidad abdominal. En ambos casos la causa es que la cicatrización de los tejidos del hígado evita el paso de sangre a través de los vasos sanguíneos que conectan el intestino con el hígado. Fallo hepático: cuando el 70 % del hígado está dañado, deja de funcionar produciéndose estupor, coma y finalmente la muerte.

Sistema Respiratorio

Los alcoholes de alta graduación suelen producir una baja resistencia a las infecciones debido a la tensión a la que someten al cuerpo, así como a deficiencias nutricionales, por eso los enfermos alcohólicos son más susceptibles de las Neumonías y Tuberculosis. A la vez podemos encontrar enfisemas, una enfermedad que provoca dificultades respiratorias, así como Cáncer de pulmón.

Consecuencias por un consumo prolongado de alcohol

Los efectos o resultados adversos que se obtienen por el consumo de alcohol mantenido en el tiempo son múltiples, por lo que vamos a intentar destacar las complicaciones que van a impedir desarrollarnos como personas libres en nuestro ambiente familiar, laboral, social, etc.

Problemas y deterioro Físico

La mayoría de las personas no suelen darle importancia a los efectos que el alcohol puede producirles a nivel orgánico, o creen que podrán reconocer el momento en que tienen un problema y dejar de beber por su cuenta antes de que ese problema se convierta en algo serio. Es decir, atacan los problemas a largo plazo con soluciones a corto plazo como dejar de beber durante una semana, tomar vitaminas y no tomar cerveza.

Veamos una panorámica general de los problemas físicos causados por el alcohol. En general, suele ser cierto que cuanto más tiempo y más cantidad de alcohol se haya bebido, mayores serán las consecuencias físicas negativas. Los problemas más conocidos como la cirrosis hepática o el “Cerebro Húmedo” (Síndrome de Korsakoff) suelen producirse después de 15 ó 20 años de beber mucho. Sin embargo, los problemas médicos no surgen repentinamente después de que pasen esos años. La cirrosis o el daño hepático irreparable no ocurren sin antes enviar algunos avisos. Los sistemas corporales están siendo atacados mucho antes; el daño está comenzando a manifestarse.

Las causas de los problemas físicos del alcohol tienen dos orígenes:

1. - El alcohol tiene un efecto directamente irritante sobre todas las partes del cuerpo.

2. - Con el uso continuado del alcohol, una persona puede llegar a estar desnutrida. Ciertas vitaminas o proteínas pueden que no se tomen en la dieta, o puede que no sean absorbidas por el cuerpo.

Ya se ha dicho que los problemas físicos se producen de forma progresiva. De este modo puede que se pase de una etapa en la que no hay síntomas a una en la que comience a haber síntomas de tipo medio y luego a síntomas graves que limitan tu vida muy seriamente. Así, los problemas pueden pasar de ser reversibles a irreversibles o sin posibilidad de mejoría.

Como dejar de beber

¿Cómo dejar de ingerir alcohol?
Es como un juego, una fiesta ,,una celebración, un juego de niños ,todo es diversión, hay mil razones por las que hay que estar juntos,, risas ,sorpresas,música,bailes,comida ,invitados,regalos,objetivos coronados, triunfos, frustraciones………pero sin atreverse alguien a mencionarlas, todo parece estar bien. Pero a un lado, a un costado de la comida, un enemigo silencioso, un criminal declarado, asesino de personas, criminal de sueños y objetivos, un verdadero come –hombres, usurpador de voluntades. Están un par de botellas de alcohol, el nombre no importa, todas dicen no hacer daño, todas mencionan que es para celebrar, todas dicen que es suave y todas dicen que al día siguiente estarás bien de salud.
La fiesta se adentra en la noche ,las personas bailan ,juegan, se entrelazan,socializan,se conocen, comen…….pero también ingieren alcohol, y los efectos no se hacen esperar,….todo aquello que era amistad ,respeto,atención,platica decente y ordenada .empieza a tornarse ofensiva, sin objetivo,irrespetuosa,vulgar ,lo mas bajo del ser humano, el serio ,ríe; el enojón se contenta, el alegre se enoja, el que baila se sienta, el que se sienta baila..todo es contraste ,las personalidades contrastan, es el verdadero yo el que sale a flote ,es realmente el que quisiéramos ser, es así como quisiéramos desarrollarnos,,,,,,,,,La verdad ,que es la insatisfacción del ser humano la rige los designios del mundo, pero es esa insatisfacción la que el humano paga caro.
Existen mil razones por las cuales los seres humanos ingerimos alcohol tal vez no sea hoy el momento para ir descubriendo las causas de ello, pero si es bueno saber que hay una o varias causas por las cuales lo hacemos ,en estudios posteriores trataremos ese tema ., hoy por hoy nos dedicaremos a identificar plenamente nada mas los síntomas de la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud OMS identifica el alcoholismo como una enfermedad mental, realmente, no lo es, ya que el alcoholismo es un síntoma de la enfermedad, es por ello que el tema que nos ocupa es solamente controlar las manifestaciones sintomáticas de la enfermedad y como controlarlas.
1. Conscientemente, identifique en usted la necesidad que usted tiene, de querer dejar de ingerir bebidas que contengan alcohol.
2. Conscientemente, identifique en usted, el grado de estrago que hay en su vida, producto de la ingesta de bebidas alcohólicas.
3. Después de este breve pero honrado examen, discúlpese usted mismo por errores y faltas cometidas, y emprenda un nuevo camino hacia el éxito,
4. Comprenda que ingerir alcohol, es una respuesta de su pensamiento, ante
Situaciones del diario vivir, que no puede ma
nejar por su propia cuenta.
5. Hágase rodear de personas que estén en su mismo objetivo : familiares y amigos

6. En un principio deben evitarse, reuniones en donde estén personas ingiriendo , ya que es probable que usted sea presa fácil de lo se llama insidia

7. .Recuerde que debe ser radical en su objetivo de mantenerse sobrio, y eso con lleva una serie de sacrificios que después ya no lo serán, por que usted aprenderá a vivir sin alcohol, como por ejemplo: en reuniones podrá disfrutar sin alcohol

8. Recuerde que la insidia es el estado silencioso del deseo de beber alcohol, no se percata la persona, es como el ataque del león sobre su presa, en el momento menos esperado ataca.

9. Agudizar la observación personal, sobre los eventos que arrastran a beber, como por ejemplo, fiestas, incluso música que arrastra sentimientos de tristeza o frustraciones.

10. Existe también la posibilidad de ser arrastrado por circunstancias en las que los alimentos crean motivaciones insidiosas….como por ejemplo: la pizza debe ser acompañada con cerveza, las conchas con cerveza, y así una serie de alimentos que nos han vendido con alcohol, pero eso no es cierto, por que la pizza y el coctel de conchas puede ser acompañado con cualquier bebida, incluso con agua.

11. Es importante reconocer que una característica de la enfermedad es que es incurable, o sea que no tiene cura, solamente se controla, y además es progresiva o sea que va en aumento el consumo de alcohol en la medida que pasa el tiempo. Esto según la Organización Mundial de la Salud.

12. No existe hasta este momento, una cura que de resultados positivos ante el problema del alcoholico, pero si es cierto que de la voluntad personal si se puede obtener interesantes resultados.

13. Recuerde que dejar de beber es una cuestión de buena voluntad y no de fuerza de voluntad.

14. El concepto de ya deje de beber, no existe por la característica de incurable, es de estar pendiente a diario, momento a momento, así que pueda estar seguro solamente este momento, pase lo que pase este momento no consumo alcohol.

15. Celebre sus triunfos, disfrute sus instantes en que no bebe. Dese cuenta que es capaz de vivir sin alcohol

16. Y recuerde, que es bueno agregar a todo esto la gratitud a un Poder Superior, sin importar el nombre, o la Iglesia en donde usted se congrega.

17. Por eso, es conveniente recordar: Que el ser humano, no nació para ingerir alcohol, si lo hace es por que tiene una manera equivocada de pensar, y actuar.

18. Seguiremos en próximas oportunidades, platicando de este tema tan interesante, y que tanto daño a causado a millones de humanos, ¿es usted uno de ellos?

Efectos del alcohol direrenciados por géneros

Las mujeres son afectadas por el alcohol de una manera distinta a la de los hombres. Debido a diferencias fisiológicas, las mujeres al beber obtienen una concentración más alta de alcohol en la sangre por una dosis similar de alcohol. Además, son más susceptibles a enfermedades del hígado ocasionadas por el alcohol en un periodo de tiempo más corto y tras consumir menos alcohol que los hombres.

· Las mujeres que beben en exceso tienen mayor riesgo de contraer cáncer mamario y el consumo de alcohol durante el embarazo aumenta el riesgo de tener recién nacidos con defectos, lo que hace del beber en exceso uno de los patrones de consumo más peligrosos.

· Entre los efectos benéficos del acohol ha surgido evidencia de que su consumo tiene un efecto protector frente a enfermedades coronarias en hombre sobre cuarenta años que beben moderadamente. Sin embargo, la evidencia sobre tal efecto protector contra enfermedades coronarias en las mujeres no ha resultado concluyente. Investigaciones medicas en los países desarrollados han constatado que las niñas/mujeres han aumentado su vulnerabilidad biólogica frente a problemas relacionados con el alcohol.

Los anteriores datos y hallazgos han hecho que el Banco Mundial considere su rol como actor beligerante en la prevención y mitigación de los problemas derivados del consumo de alcohol en la región de ALC. De acuerdo con el estudio el Banco, y el sector de desarrollo humano en particular, deben aumentar sus esfuerzos en prevenir el abuso de alcohol en los países miembros que llevan una pesada carga de problemas relacionados con éste.

Datos sobre el consumo de alcohol

Los hombres, en gran medida, sufren las enfermedades relacionadas con el alcohol, tales como alcoholismo y cirrosis. Es más, la proporción de enfermedades y lesiones atribuibles al alcohol es más alta entre los hombres que entre las mujeres. Los problemas, sin embargo, no son sólo sufridos por el individuo que lo consume, sino por su familia y comunidad. Asimismo, se ha constatado que el alcohol juega un papel importante en la instigación de prácticas sexuales sin protección y comportamientos violentos, particularmente dentro de la familia. Los ejemplos incluyen violencia doméstica, en la mayoría de los casos dirigida contra mujeres y niños.


· La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima un porcentaje que fluctúa entre 9,7 y 35,6% bebedores excesivos en la región de ALC. Aunque significativo, el alcoholismo es uno de tantos problemas de salud asociados con el consumo de alcohol. La cirrosis, otra enfermedad común relacionada con su abuso, sigue siendo un problema de salud importante en muchos de los países de ALC, particularmente entre los hombres. La cirrosis está entre las diez principales causas de muerte en México, y ocupa el primer lugar entre los hombres de 35 a 45 años. En México, Venezuela, Argentina y Trinidad- Tobago, las muertes por cirrosis entre hombres llegan a triplicar las muertes entre las mujeres.

Esto coincide con hallazgos epidemiológicos que revelan que una proporción más alta de hombres en ALC son bebedores excesivos, en comparación con sus contrapartes femeninas. La proporción total de muertes por cirrosis causadas por el alcohol variará de un país a otro como resultado de factores medioambientales que contribuyen al problema.

Riesgos asociados con el alcohol

El alcohol incrementa los riesgos de:

Accidentes

Incremento del riesgo de embarazo no planeado o no deseado, disminución del comportamiento sexual seguro y aumento del riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual

Riesgo de sufrir el síndrome de alcoholismo fetal en el caso de mujeres embarazadas que consumen alcohol

Alcoholismo o dependencia del alcohol

Enfermedad hepática crónica

Cánceres de cabeza, cuello, estómago y mamas

Peligros con el alcohol

El alcohol es absorbido rápidamente por el torrente sanguíneo. Los índices de absorción de alcohol dependen de la cantidad y el tipo de comida dentro del estómago; por ejemplo, las comidas ricas en carbohidratos y grasas disminuyen los índices de absorción. También las bebidas alcohólicas carbonatadas o efervescentes como el champaña se absorben rápidamente.

Los efectos del alcohol aparecen en los diez minutos siguientes al consumo y alcanzan su máximo punto en un lapso de 40 a 60 minutos. Esta sustancia permanece en la circulación hasta llegar al hígado, donde sé metabolizan sus componentes. Cuando el consumo supera la velocidad con que el hígado puede realizar este proceso de descomposición, se eleva el nivel de concentración de alcohol en la sangre.

El alcohol deprime el ritmo respiratorio, el ritmo cardíaco y los mecanismos de control en el cerebro. Los efectos abarcan:

Deterioro de la habilidad para conducir y realizar tareas complejas

Reducción de las inhibiciones, lo cual puede conducir a comportamientos vergonzosos

Reducción del período de atención

Deterioro de la memoria a corto plazo

Deterioro de la coordinación motora

Tiempo de reacción prolongado

Proceso de pensamiento más lento

Enfermedades producidas por el alcohol

La hepatitis es una inflamación aguda del hígado, provocada por distintos tipos de virus que destruyen las células hepáticas. Suele manifestarse con ictericia, es decir, que la piel, las mucosas y el blanco de los ojos adquieren un color amarillento. Además, es habitual que haya pérdida del apetito y dolor abdominal.

El hígado es el órgano más voluminoso del cuerpo humano y también uno de los más importantes. Trabaja, junto con la vesícula biliar y el páncreas, en el proceso de la digestión. Está situado en la parte superior derecha del abdomen, y regula la composición de los diversos productos químicos y de las células de la sangre.

La corriente sanguínea absorbe sustancias nutritivas desde el intestino delgado y las transporta hasta el hígado, donde se trasforman, se almacenan y se redistribuyen a través de la sangre. Una gran cantidad de glóbulos rojos, viejos y gastados, que contienen la hemoglobina, o pigmento que transporta el oxígeno, se destruyen en el hígado. La hemoglobina se transforma en otro pigmento de color pardo amarillento, llamado bilirrubina.

El líquido que contiene la bilirrubina, y algunas otras sustancias, como el colesterol, drena a lo largo de unos conductos hacia la vesícula biliar, saco de recogida situado debajo del hígado. Después de una comida, la vesícula vacía su contenido, llamado bilis, en el conducto biliar hacia el duodeno.

Son varios los virus que inflaman el hígado, y se designan por letras; así, él "A", que provoca la hepatitis infecciosa, y el "B", que causa la hepatitis sérica. Son muy contagiosos, y se transfiere mediante la saliva, las heces o la sangre infectada. Afecta con mayor frecuencia a los jóvenes, si bien pueden contagiarse a personas de cualquier edad, y en particular a quienes están en contacto con material contaminado, como el personal hospitalario.

La infección se transmite tan sólo durante el período de incubación. En de la hepatitis B es más largo, ya que suele durar varios meses, mientras que el de la hepatitis A oscila entre dos y seis semanas.
Recientemente, se han identificado otros virus causantes de la hepatitis, que dan lugar a otras formas de la enfermedad, denominadas hepatitis C, D, y E.

Alcoholismo: actuar es posible

Sin lugar a dudas muchas personas consumen alcohol de una manera moderada y no llegarán nunca a tener problemas con el alcohol. Sin embargo, en otros casos el consumo continuado acabará conduciendo a la persona a sufrir problemas relacionados con el alcohol. Lo que no debemos hacer es tapar u ocultar el problema. Afortunadamente hoy en día es posible tratar y superar eficazmente estos problemas. En caso de duda consulte con su médico. Él le indicará las posibilidades de intervención que existen.

¿Cuánto alcohol hay que consumir ?

No es fácil responder a esta pregunta. Se considera que no existe un límite claro a partir del cual comienza a haber problemas con la bebida. Lo que hoy sabemos es que cuanto menos alcohol se consuma mejor, ello constituye el lema de la Organización Mundial de la Salud: "Less is better".
No obstante, es fácil de comprender que la población quiera tener alguna guía de cuales son los niveles de consumo que podrían considerarse adecuados o permisibles, y cuales no lo son. En este sentido, y de una manera didáctica, se establecen tres niveles de consumo:

Consumo sensato o prudencial: Cuando una mujer consume durante la semana, 14 o menos unidades de bebida estándar, o un varón consume 21 o menos unidades de bebida estándar. A partir de estos niveles ya nos encontraríamos dentro del consumo de riesgo. Es preciso añadir que estos niveles de consumo sensato o prudente no significan que están exentos de efectos o riesgos sobre la salud. El mensaje es claro: cuanto menos mejor.
Consumo de riesgo bajo: Consumo semanal de 15 a 35 unidades de bebida estándar en el caso de la mujer y de 22 a 50 en el caso del varón.
Consumo de riesgo elevado: Consumo semanal de 36 o más unidades de bebida estándar en el caso de la mujer y de 51 o más en el caso del varón.

Las diferencias entre sexos se deben a las distintas características de la absorción del alcohol entre hombres y mujeres.

El contenido de alcohol en las bebidas alcohólicas

Habitualmente el contenido de alcohol de las distintas bebidas alcohólicas se expresa en forma de grados. Ello significa el porcentaje de alcohol que contienen por cada 100cc de bebida. Por ejemplo, si en una cerveza figura en su etiqueta que contiene 5º de alcohol, ello quiere decir que de cada 100cc de cerveza 5cc son de alcohol. Si se consume, por ejemplo, un orujo que tiene 42º, ello quiere decir que de cada 100cc, 42cc son de alcohol.
Con el fin de determinar la cantidad de alcohol que se ingiere, es preciso trasformar el contenido de alcohol en grados en gramos de alcohol absoluto (alcohol puro). Para ello se multiplican los grados por cada 100cc por 0.8, ya que el alcohol es menos denso que el agua. Es decir, si consumimos 100cc de una bebida alcohólica que contiene 10º, habremos ingerido 8 gramos de alcohol absoluto (10º, es decir 10cc de alcohol en 100cc de la bebida; 10cc de alcohol x 0.8 = 8 gramos). Si ingerimos 100 cc de una bebida con 42º, la cantidad de alcohol absoluto ingerida habrá sido de 33.6 gramos de alcohol absoluto (42 x 0.8 = 33.6 gramos).
Dada la gran cantidad de bebidas alcohólicas, y las distintas posibilidades de su consumo (por ejemplo, en el caso de la cerveza: corto, caña, botellín, etc.), se ha establecido el concepto de unidad de bebida estándar. Básicamente con la unidad de bebida estándar, se quiere indicar el contenido habitual de alcohol absoluto en una consumición tipo. En nuestro país se establece en unos 10 gramos de alcohol absoluto. El tomar una caña o un botellín de cerveza, o un vaso de vino, equivale a haber consumido una unidad de bebida estándar. Por lo general, consumir un combinado o "cubata" supone consumir dos unidades de bebida estándar.
En la tabla siguiente se presenta el volumen y graduación de las distintas bebidas alcohólicas, así como el número de unidades de bebida estándar a que equivale una consumición tipo.


Bebida Volumen
(cc)
Graduación
alcohólica
Gramos de
alcohol
Número de bebidas estándar por cada consumición
Cerveza 200 6 9.6 1
Vino 100 12 9.6 1
Champán 100 13 10.4 1
Jerez 50 17 6.8 1
Vermut 70 16 9.0 1
Coñac 50 40 16.0 1
Anís 50 38 14.0 1
Sol y sombra 50 38 15.0 2
Ponche 50 28 11.2 2
Pacharán 50 28 11.2 2
Cointreau 50 40 16.0 2
Ginebra 50 40 16.0 2
Ron 50 42 16.8 2
Vodka 50 42 16.0 2
Whisky 50 45 18.0 2
Orujo 30 38 9.0 1

¿Qué camino recorre el alcohol en nuestro organismo?

El alcohol es una sustancia muy particular en el sentido de que se disuelve tanto en agua como en la grasa. Y básicamente nuestro organismo esta formado de ambos. A diferencia del alcohol, la inmensa mayoría de los 5 millones de sustancias que conocemos tiene tendencia a disolverse en la grasa o en el agua, pero no en ambos.
Por otra parte, lo que determina los efectos del alcohol, y cualquier otra sustancia sobre el organismo, es la concentración de alcohol en sangre. Por ello analizaremos a continuación el curso del alcohol en el organismo, desde que lo ingerimos hasta que lo eliminamos.


Absorción: El alcohol una vez ingerido se absorbe en el estómago y, principalmente, en el intestino delgado. La rapidez de absorción depende del alcohol que llegue hasta el intestino delgado, de tal manera que distintos aspectos, como por ejemplo, la presencia de alimentos en el estómago, cantidad de alcohol ingerida y características de la bebida consumida, influyen en la velocidad de absorción. El nivel máximo de alcohol en sangre se alcanza entre los 30 y 90 minutos desde que se ingiere la bebida. Con el estómago vacío la rapidez de absorción es máxima, y tras una comida copiosa y rica en grasas es mucho más lenta. Sin embargo, en ambos casos todo el alcohol acaba absorbiéndose y haciendo efecto en el organismo. En la mucosa gástrica, la actividad de la enzima que destruye el alcohol (alcohol deshidrogenasa) es menor en las mujeres que en los hombres, es decir, en el caso de los hombres esta enzima destruye algo de alcohol, mientras que en las mujeres lo hace en menor medida. Esto explica por qué en las mujeres se alcanzan mayores niveles de alcohol en sangre que en los hombres cuando se ingieren las mismas cantidades de alcohol, y de ahí la fama de que los hombres toleran el alcohol mejor que las mujeres.
Distribución: Una vez absorbido el alcohol se distribuye por la sangre y desde ahí alcanza todo el organismo. No obstante, el alcohol tiende a acumularse en la grasa; por ello las personas con mucha grasa toleran algo mejor el alcohol.

Metabolismo: La mayor parte del alcohol se metaboliza o destruye en el hígado a través del enzima alcohol deshidrogenasa. El alcohol es una de las pocas sustancias que se metaboliza a una velocidad constante (8-12 ml por hora, 10 gr por término medio en una persona de 70 Kg), e independiente de la concentración de alcohol en sangre.


Eliminación: Entre el 2 y el 10% del etanol ingerido se elimina sin metabolizar, principalmente por orina, aire espirado y sudor. Debido a que existe una equivalencia conocida entre el alcohol en sangre y en aire espirado (la concentración de etanol en sangre se encuentra en equilibrio con la concentración en aire alveolar en una relación de 1:2000 a 1: 2300), es posible estimar la concentración de alcohol en sangre a partir de la concentración alcohólica en aire, constituyendo la base de la utilización de los etilómetros (los que utiliza la policía de tráfico) como instrumento de cuantificación alcohólica

Pautas del consumo de alcohol en España

España es uno de los principales países consumidores de alcohol.
Ha disminuido el consumo de alcohol en los últimos años.
El consumo de alcohol de manera habitual es del 53.2%.
El consumo de alcohol es mayor entre los hombres (70.8%) que entre las mujeres (36.7%) y en edades comprendidas entre 36-45 años (80.1%).
Se ha producido un aumento del consumo de alcohol los fines de semana y un aumento del consumo de cerveza.
El 2.8% de los hombres y el 0.3% de las mujeres son bebedores de riesgo.
El 5.4% de la población adulta tiene problemas relacionados con el alcohol.
La mortalidad relacionada con el alcohol es del 6%.

El alcohol: una costumbre social

España es uno de los países desarrollados donde con mayor frecuencia y en mayor cantidad se consumen bebidas alcohólicas. Lo que diferencia el contexto del consumo de alcohol en España y otros países del sur de Europa, del resto de países desarrollados, es que el consumo de alcohol es una costumbre y un modo de relación social, y existe hacia su consumo y los problemas que genera una enorme tolerancia social. En la tabla siguiente se presentan algunos datos acerca de las pautas de consumo de alcohol en España y la frecuencia de problemas relacionados con su consumo.

Abuso del alcohol en adolescentes

El abuso del alcohol es el uso exagerado de cualquier tipo de bebida alcohólica que afecta el funcionamiento social, laboral o personal del individuo, acompañado por consumo en circunstancias peligrosas, problemas legales relacionados con la bebida y hábitos persistente a pesar de las consecuencias interpersonales o sociales.
Según la asociación americana de psiquiatría el abuso de alcohol se caracteriza por un patrón de consumo exagerado durante un periodo de 12 meses que le impide desarrollar su vida social normalmente. El uso y abuso del alcohol es muy común entre los adolescentes y puede tener consecuencias graves. Un 50% de las muertes debidas a accidentes, homicidios y suicidios, de personas entre los 15-24 años, tienen que ver con el abuso del alcohol. El alcohol contribuye a la agresión física y sexual en casos como el asalto y la violación. Las posibles etapas de la experiencia del adolescente con el alcohol incluye la abstinencia (no uso), la experimentación, el uso regular (tanto recreacional como compensatorio debido a otros problemas), el abuso y la dependencia. El uso recreacional repetitivo y regular puede llevar a otros problemas tales como la ansiedad y la depresión. Algunos adolescentes hacen uso del alcohol regularmente para compensar el estado de ansiedad, depresión y la falta de destrezas sociales positivas. No se puede perder de vista el uso del tabaco y el alcohol por parte del adolescente, porque ambos son sustancias umbrales para otras drogas (marihuana, cocaína, alucinógenos, inhalantes y heroína). La combinación de la curiosidad, el comportamiento asociado con la tendencia a correr riesgos y las presiones sociales hacen difícil que los adolescente digan que no.
El adolescente con un historial familiar de abuso del alcohol a quien le faltan las destrezas sociales puede moverse rápidamente de la experimentación hacia patrones de abuso serio o la dependencia. Algunos otros adolescentes, aunque sin un historial familiar de abuso, pero que experimentan, pueden también progresar hacia el abuso y la dependencia.
En particular, a los adolescentes con un historial familiar de abuso del alcohol se les aconseja que se abstengan y que no experimenten. Nadie puede predecir con seguridad quien abusara o creara dependencia al alcohol, pero al que no bebió nunca se le puede garantizar que no tendrá problemas.

Bebidas alcohólicas en televisión

Ninguna bebida alcohólica, sea de alta o de baja graduación, podrá anunciarse en radio o televisión entre las seis de la mañana y las diez de la noche. Es una de las medidas de choque que incluirá la futura ley del Ministerio de Sanidad para atajar el abuso de alcohol entre los menores. La norma, aún en elaboración, unificará la heterogénea legislación autonómica sobre consumo y venta, e incluirá multas de 30 a 600.000 euros a quienes quebranten las nuevas prohibiciones.

La futura norma abordará varios frentes. Uno de ellos es el publicitario. Entre las seis de la mañana y las diez de la noche la programación no incluirá anuncios de bebidas con más de 1,2 grados alcohólicos. La medida afectará sobre todo a cervezas normales y a algunos combinados de baja carga etílica. Sí podrán promocionarse las cervezas sin o cero-cero. Además, se prohibirá cualquier publicidad o patrocinio de bebidas alcohólicas dedicado a los menores de edad. El veto incluirá las publicaciones juveniles, y en el resto no se insertarán anuncios de bebidas en la portada, la contra o las páginas de deportes o pasatiempos.

Estaciones de transporte, aeropuertos, salas de espectáculos públicos, discotecas juveniles o inmediaciones de centros educativos, también quedarán libres de publicidad etílica. Como principio general publicitario, no se deberán asociar imágenes de éxito social, profesional o sexual a los "spots" de bebidas, ni siquiera en aquellos anuncios en horario y soporte permitidos.

El otro gran objetivo será unificar las normas autonómicas vigentes sobre consumo y venta de alcohol a menores. Cuando se apruebe la nueva ley, la edad mínima para la compraventa de alcohol se generalizará a los 18 años. Los dueños de locales tendrán que requerir el DNI, y perderán la licencia si se saltan las normas. Los menores tendrán prohibido consumir alcohol en la vía pública y en establecimientos abiertos al público.

Síndrome fetal alcohólico

Los niños con síndrome fetal alcohólico pueden: • Nacer más pequeños. • Tener problemas alcomer o al dormir. • Tener problemas paraoír o ver. • Tener problemas alseguir instrucciones yal aprender a hacercosas simples. • Tener problemas al prestar atención y al aprender enla escuela. • Necesitar maestras y escuelas especiales. • Tener problemas al relacionarse con otras personas yen controlar su comportamiento

La bebida alcohólica y el embarazo

Cuando usted está embarazada, su bebé crece dentro de usted. Todo lo que usted coma y beba mientras esté embarazada afecta a su bebé. Si usted bebe alcohol, esto puede dañar el crecimiento de su bebé. Su bebé puede desarollar problemas emocionales y físicos que pueden durar por el resto de su vida. Los niños que nacen con problemas muy serios causados por el alcohol tienen síndrome fetal alcohólico

Como puedo dejar de beber

Hay muchas maneras de ayudarse a dejar de beber.Usted no tiene que beber cuando otras personas beben.Si alguien le ofrece una bebida, está bien decir que no.Aléjese de personas olugares que le haganbeber. No mantengaalcohol en su casa. Si usted no puededejar de beber, obtenga ayuda. Ustedpuede tener una enfer-medad que se llamaalcoholismo. Hay programas que le pueden ayudar a dejar de beber.Estos se llaman programas de tratamiento del alcohol.Su doctor o enfermera(o) puede encontrar un programapara ayudarle. Aunque usted haya participado en unode estos tratamientos anteriormente, inténtelo otra vez.También existen programas sólo para mujeres.

El alcohol en el embarazo

Si usted ha bebido alcohol antes de saber que estabaembarazada, deje de beber ahora mismo. Usted sesentirá mejor y su bebé tendrá una mejor oportunidadde nacer saludable. Si usted planea quedar embarazada,no beba alcohol. Usted puede que no sepa que estáembarazada inmediatamente. El alcohol puede lastimarel bebé aún cuando usted tenga solamente 1 ó 2 mesesde embarazo

Trastornos psicopatologicos

Depresion y suicidio

--ansiedad cronica

-Trastornos de ansiedad --fobia social

--ansiedad de adaptacion

-Celos patologicos

-Adiccion al juego

Funciones del alcohol en la adicción del juego

El habito al alcohol facilita la dependencia de otras sustancias o a conductas susceptibles de abuso. Entre los alcoholicos hay alrededor de un 20% de pacientes que manifiestan problemas con el juego.

Las razones de esta doble adiccion son muy diversas. Ul ludopata consume alcohol en el momento del juego para potenciar la estimulacion y como via para enfrentarse a las vivencias negativas (como por ejemplo: remordimientos o experiencias pasadas desagradables). Pero la bebida tambien puede contribuir temporalmente a superar un estado de animo deprimido y a olvidar las perdidas o problemas del enfermo.

FUNCIONES DEL ALCOHOL EN LA ADICCION AL JUEGO

SITUACION
FUNCION

-Antes del juego

-Durante el juego

-Despues del juego

-Si se ha abandonado el juego
-enfrentamiento a las vivencias negativas del juego.

-potenciacion de la estimulacion.

-superacion del estado de animo deprimido.

-olvido de las perdidas.

-sustitucion de la adiccion.

Alcoholismo y trastornos psicopatologicos

Depresion y suicidio.

Hay una clara conexion entre la depresion y el abuso del alcohol. En algunas ocasiones, la existencia de una depresion previa- acompanada de la incapacidad para hacer frente a las tensiones cotidianas y de sintomas como tristeza, aburrimiento, perdida de interes por las cosas, sensacion de inutilidad o autoacusaciones-, que se agrava generalmente por las mananas, puede predisponer a la bebida como forma de alivio a automedicacion para combatir los sintomas depresivos.

Pero en otras ocasiones, las consecuencias producidas por el alcohol (como el deterioro fisico, perdida de la familia, problemas laborales, aislamiento social, sentimientos de culpa, etc.) o las dificultades para restablecer la abstinencia en un programa terapeutico, pueden generar en la persona afectada un estado de animo deprimido.

Signos exteriores de una dependencia al alcohol

--Enrojecimiento de la cara y de las zonas expuestas a la luz (mejillas, nariz y manos)

--Temblor de manos

--Lengua sucia (de color blanco)

--Enrojecimiento de las conjuntivas de los ojos

Disfunciones sexuales causadas por alcohol

El consumo moderado del alcohol contribuye a la reduccion del apetito sexual.

Los fracasos episodicos de la erccion producen en el varon una sensacion de malestar y un sentimiento de la ansiedad respecto a su funcionamiento sexual adecuado.

Alcoholismo y trastornos fisicos

Trastornos de la sangre.

Puede ser resultado del efecto del alcohol, de la malnutricion y de las anomalias hepaticas.

Los mas frecuentes son la anemia alcoholica o descenso de los globulos rojos, aumento del tamano real de los hematies, y el descenso de los globulos blancos que deja al sujeto a merced de las infecciones.


Alcoholismo y trastornos fisicos

Manifestaciones clinicas del alcoholismo

--Perdida de control. La persona es incapaz de detenerse al consumir alcohol.

--Necesidad de consumir alcohol en ayunas.

--Aparicion del sindrome de abstinencia siempre que se deja de beber. Cuando es leve, aparecen temblores de manos acompanados de sudor, nauseas, diarreas, enrojecimiento de los ojos, calambres en las piernas, ansiedad, dificultades para dormir, etc. Al ser mas grave, aparecen los sintomas anteriores mas otros, como los celos o la persecucion, alucinaciones visuales, fiebre e hipertension.

--Tolerancia ante el alcohol.

--Perdida del trabajo, de la familia o de los amigos por culpa de esta adiccion.

--Fallos de la memoria a corto plazo.

--Perdida del conocimiento de la realidad y negacion de la enfermedad. Los alcoholicos no reconocen su adiccion ademas de recurrir a la mentira y a la autojustificacion. Segun ellos, solo beben cuando estan con los amigos, porque hace frio, para celebrar algo alegre o superar una crisis. Suelen acudir a la consulta solo cuando el grado de deterioro es muy manifiesto.

Abuso del alcohol.

aSe manifiesta en aquellas personas que exceden de los limites senalados anteriormente, ya que lo que beben resulta perjudicial para el organismo. En estos casos es frecuente la aparicion de ciertas alteraciones gastrointestinales (perdida de apetito, molestias de estomago, diarreas, nauseas matinales) o neurologicas (dolor de cabeza al despertar, problemas de sueno) que los bebedores minimizan.

Dependencia del alcohol.

Muchos bebedores excesivos seran alcoholicos al cabo de unos anos. Este ascenso en el nivel de la gravedad dependera de unos datos objetivos-la cantidad y los anos del consumo del alcohol-, pero tambien de las diferencia individuales de las personas. El hecho de que un consumidor habitual no se convierta en bebedor cronico no quiere decir que el alcohol le resulte inofensivo, su calidad de vida va a quedar, en cualquier caso disminuida.

Intoxicación alcoholica aguda

Signos

-aliento alcoholico

-marcha inestable

-descoordinacion de los movimientos

-lenguaje farfullante

-vertigos

-vomitos

-temblor

-disminucion del nivel de conciencia

Sintomas

-pensamiento mas lento de lo habitual

-euforia o depresion

-deterioro de la memoria reciente

-inestabilidad emocional: sollozos o risas

-verborrea

El alcohol y las otras drogas

Una de las características más importantes de la sociedad actual es la politoxicomanía. Muchas personas-sobre todo los jóvenes- mezclan distintas sustancias(hachís y alcohol o cocaína y alcohol) para conseguir unos efectos más intensos. La combinación de bebidas alcohólicas con sustancias adictivas depresoras(que reducen el grado de activación del organismo) puede tener un efecto multiplicador en lugar de un resultado meramente aditivo. Por ejemplo, una persona que tome tranquilizantes y a la vez consuma

vino, se emborrachará con facilidad y verá claramente aumentados los efectos de estas sustancias por separado.

Alcoholismo y problemas en la bebida

Bebida moderada sin problemas.

Tomar alcohol constituye un placer para una gran parte de la poblacion. No tiene porque ser algo necesariamente problematico.

Los bebedores moderados hacen un uso razonable del alcohol. Desde un punto de vista cuantitativo, toman bebidas de baja graduacion, alternan las bebidas alcoholicas con otras que no lo son y no las consumen a diario ni con el estomago vacio. Suelen beber lentamente, y nunca sobresalen de la cantidad de 40-60 gramos de alcohol al dia en los adultos, 40 en los jovenes y 20 en las mujeres.

Límites de riesgo del consumo máximo de alcohol

Tipo de consumo
Población
Cantidad

Seguro
Hombres

Mujeres
0-40 gramos/día

0-20 gramos/día

Arriesgado
Hombres

Mujeres
41-60 gramos/día

21-40 gramos/día

Perjudicial
Hombres

Mujeres
Más de 60 gramos/día

Más de 40 gramos/día

Las bebidas fermentadas

Este proceso químico se produce cuando se dejan reposar determinados vegetales y frutas de gran contenido en glucosa durante un periodo de tiempo largo y a una temperatura apropiada. En estas circunstancias algunos microorganismos que se encuentran en el aire y en la superficie de la fruta transforman la sacarosa en alcohol. Por lo tanto, la fermentación espontánea de cualquier líquido azucarado conduce a la obtención de una bebida fermentada.

Las más consumidas en nuestro país son el vino de la mesa(11º-12º), la cerveza(4º-5º) y la sidra(3º). Los vinos aperitivos, como los vermús, oscilan entre una graduación de 18º a 24º, y se forman a base de añadir al vino, sino que también otras sustancias vegetales amargas o estimulantes.

Las bebidas destiladas.

Se obtiene cuando se hierven las bebidas fermentadas. Al eliminarse por el calor parte de su contenido enagua, se eleva la graduación de alcohol. Así se fabrican los licores, que suelen oscilar entre 25º y 50º, a los que se suelen añadir algunas sustancias


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acompañantes (aromas, azúcar o agua) para que sean más suaves y agradables al paladar. Son, además, el ingrediente principal de los combinados y cócteles.

Entre las más consumidas se encuentran el whisky(50º), la ginebra(40º), el ron(40º.80º), el coñac(40º), el anís(36) y el pacharán(28º). También hay bebidas más purificantes, como ciertos rones o aguardientes, que sobrepasan una concentración de alcohol del 50%.

Las bebidas alcohólicas sin alcohol.

Se trata de algunas cervezas y, en menor frecuencia, vinos o aperitivos que se anuncian como consumiciones carentes de este compuesto pero que, sin embargo, tienen un contenido alcohólico de 0,8º a 1º. Por ejemplo, tres latas de cerveza sin alcohol equivalen a un vaso de vino o a medio whisky.

El mayor o menor efecto de una bebida sobre el organismo depende de su graduación, de la cantidad tomada, del momento del día en que se consuma (en las comidas o fuera de ellas), de la mayor o menor costumbre que se tenga, así como de las circunstancias físicas (salud, lugar, uso asociado con otras drogas o fármacos) y psicológicas (estado de ánimo, expectativas y compañía) que se posean. Por otra parte, la acción del alcohol varía según sea su forma de consumo. En concreto, la tendencia actual a beber cubalibres o combinados, responde a dos motivos fundamentales: potenciar el efecto el alcohol gracias al CO2 presente en estas bebidas y facilitar su tránsito por el aparato digestivo.

Bebidas alcohólicas

El alcohol etílico es el componente psicoactivo fundamental de las bebidas alcohólicas. Los grados representan el porcentaje de este compuesto que está presente en un líquido. De este modo, si un vino tiene 12º quiere decir que contiene un 12% de es sustancia. Aunque son muy variables tanto en el olor como en el sabor, las bebidas pueden clasificarse en tres grupos:


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CLASIFICACIÓN DE LAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS

MÁS FRECUENTES

Bebidas fermentadas (5º-15º)

Vermús y aperitivos 16º-24º

Cava 12º

Vino 11º-12º

Cerveza 4º-5º

Sidra 3º

Bebidas destiladas (25º-60º)

Ron 40º-80º

Whisky 40º-50º

Coñac 40º

Ginebra 40º

Vodka 40º

Anís 36º

Pacharán 28º

Bebidas alcohólicas sin alcohol (0.5º-1º)

Cerveza sin alcohol 0.8º-1º

lunes, 5 de noviembre de 2007

Alimentación para la persona alcoholica

¿ Qué debe comer la persona alcohólica ?

El alcoholismo, además de un problema médico y social, constituye un gran problema alimentario. La obsesión por la bebida hace que la persona que bebe descuide la alimentación de manera que su organismo, poco a poco, se va quedando sin los nutrientes esenciales para una buena salud. Por otra parte, no hay que olvidar que el alcohol inhibe la absorción de vitaminas, proteínas y minerales de manera que la salud del adicto al alcohol sufre muchas deficiencias.



Una alimentación equilibrada rica en alimentos naturales vegetales puede ayudar a compensar la perdida de nutrientes que ocasiona el alcoholismo. Entre todos los alimentos se aconseja fundamentalmente:

- Alimentos con propiedades antioxidantes: capaces de proteger al organismo, especialmente al hígado, contra la acción de negativa del alcohol. Son alimentos antioxidantes aquellos ricos en vitamina C, vitamina A, vitamina B y flavonoides. En general, las frutas, las verduras, las legumbres y los cereales integrales son muy adecuados. Son especialmente interesantes los zumos de frutas, ricos en fructosa que constituyen una ayuda para eliminar el alcohol del organismo. Por su particular interés, merece la pena destacar el zumo tomate, rico en licopeno o el zumo de naranja, rico en betacarotenos.

- Alimentos ricos en hidratos de carbono: La intolerancia del alcohólico hacia las grasas, dado que su hígado se encuentra tan afectado que es incapaz de digerirlas adecuadamente, determina la necesidad de disminuir las comidas grasientas y cambiarlas por otras ricas en hidratos de carbono. La ingestión de frutas, cereales integrales y legumbres se hace más recomendable.

- Alimentos ricos en vitamina B: La persona alcohólica presenta deficiencias de vitamina B. Una alimentación rica en esta vitamina puede ayudarle a suplirlas. Alimentos ricos en esta vitamina son: los cereales integrales ( trigo, avena, cebada, etc.) frutos secos ( avellanas, almendras, nueces ) verduras ( las coles, la coliflores, las espinacas, los rábanos, la endibia, los rábanos, las lechugas...) levadura de cerveza, etc.

Especialmente interesante es la ingestión de alimentos ricos en vitamina B1 o tiamina. Son alimentos ricos en vitamina B1 las judías, los espárragos, los guisantes, las endibias, la avena, las coles de Bruselas, la uva, las espinacas, las berenjenas, los ajos, las habas, las lechugas, las piñas, las naranjas, etc.

- Alimentos ricos en vitamina A: Necesaria para eliminar el alcohol del organismo. Son alimentos ricos en vitamina A la zanahoria, la verdolaga las espinacas ; el berro , la borraja (, la albahaca , la calabaza ,el tomate el coriandro , los espárragos , el diente de león los pimientos, la sandía, las coles de Bruselas, los plátanos, las manzanas, las ciruelas, las naranjas, etc.

- Alimentos ricos en vitamina C: Al igual que las anteriores es necesaria para metabolizar bien el alcohol.
( Véase propiedades de la vitamina C)



Junto a este tipo de alimentos se recomienda que el enfermo beba mucha agua, dado que el alcohol ocasiona deshidratación celular. Si se bebe agua en cantidad se tendrán menos problemas de sueño por la noche y se ayudara a superar el malestar durante el día.

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